Hoy en día son cada vez más las familias reconstruidas en occidente, yo soy una. Durante mucho tiempo pensaba cuando veía  las películas americanas, país pionero en este caso, que se daba más en América del norte por cuestiones culturales. ¡La realidad supera la ficción y con creces! Lo sé por experiencia propia y profesional.

Porque no funcione a la primera o una vez, no significa que no pueda funcionar de nuevo u otra vez. La vida sigue y sólo depende de uno mismo, es elegir si quieres continuar adelante, probar, arriesgar, experimentar… Simplemente ¡Vivir!

Conlleva a tener en cuenta muchos factores: a las personas como miembros familiares, roles, tipos de relaciones o vínculos, etapas vitales de cada miembro, etc.. Son muchos cambios de por sí los que trae una separación familiar, del mismo modo que también implica otros cambios importantes además de muy significativos, reconstruir una nueva unidad familiar y mucho más aún cuando se unen por ambas partes de la nueva relación de pareja.

¡¿Cuántas veces me he sentido incomprendida, frustrada, impotente, mal, culpable por querer formar una “nueva familia” junto a mi pareja actual, mis hijas y sus hijos?! Encontrarme con el rechazo absoluto de mis hijas, los hijos de mi pareja… ¿Te pasa lo mismo?

La terapia familiar ayuda a conciliar la reconstrucción de la nueva familia, adquirir la comprensión, comunicación, apoyo y lograr el funcionamiento adecuado de la familia, además de la gestión  de resolución de problemas ante distintas situaciones.

“El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción ambas se transforman” Carl Jung